“Correr antes de caminar”…

¿Lo habías escuchado?

 

 

Por: Alicia Rábago

 

El dicho “no quieras correr antes de caminar” que decían mucho nuestros abuelitos siempre había tenido un sentido para mí…ten paciencia todo llega, todo a su tiempo…, pero hoy toma también un sentido diferente y este lo encuentro después de mucho pensar que puede estar pasando para encontrar a tantos chicos si motivación, tan desanimados, tristes y sin sentido de vida.

“No quieras correr antes de caminar” es también: aprende a respetar las etapas que hay, disfruta cada una de ellas, creo que con esta tendencia de perseguir la felicidad a toda costa y  a como dé lugar y además lo más rápido que se pueda, hemos perdido la noción de que los momentos, instantes que invirtamos en esa búsqueda pueden hacernos felices también y me parece importante detenernos, pensarlo y hablarlo, porque hoy veo a jóvenes luchando todos los días tratando de “buscar eso que los hace felices”, eso que les gusta tanto y ha pasado de ser una búsqueda normal (por que creo que todos queremos ser felices) a ser una resistencia tremenda a no quiero, ni puedo tolerar ni un poquito de frustración, no puedo ni debo sentirme triste, no puedo ni debo estar enojado, no quiero sentir nada que no me haga sentir eufórico, emocionado feliz o contento, nada de sufrimiento.

Sin duda como padres hemos tenido que ver,  tratar de ponerles a nuestros hijos la vida lo más fácil que se pueda porque… “para eso trabajamos ¿no?”,  decimos mucho esa frase, darle lo que yo no tuve, que tenga mejores oportunidades que yo, que llegue más lejos de lo que yo llegué, ese es el pensamiento que tenemos nosotros como padres pero que sin querer queriendo estamos dificultándoles el proceso de vivir, queremos que: “corran antes de caminar”; que lean antes, que tomen clases de lo más nuevo que aparezca: robótica, programación, matemáticas, natación, música, tenis, etc… saturando cada minuto de su día para que este “bien aprovechado y preparado para la vida” y hemos olvidado que cada etapa tiene un proceso, el proceso por ejemplo; de desapego de mamá, el proceso de tolerar frustración cuando entras a una escuela nueva y hay que conseguir amigos, llegar a una secundaria y enfrentarte a cambios propios y del entorno porque hay mayores responsabilidades, el tener que elegir que quiero estudiar y sentirme frustrado porque no lo sé y quizá compañeros míos lo tienen claro desde hace muchos años, el terminar una carrera y de repente no saber qué voy a hacer de mi vida y ni siquiera saber si me gustó lo que estudié, el empezar a decidir un montón de cosas que van a marcar mi vida; pero si yo voy etapa por etapa viviendo las crisis que se tienen que vivir en cada una de ellas,  seguramente será más fácil transitar de una a otra.

Lo que sucede hoy desde mi muy particular punto de vista es que al querer comerme el mundo “por que vida solo hay una y se pasa muy rápido” “vive el aquí y el ahora” “disfruta el momento” “mañana Dios dirá” etc… todas esta frases que tienen mucho de real pero al aterrizarlas van más allá de solo hacer y no pensar, no comprometerme, no responsabilizarme por mis decisiones en realidad no estoy haciéndome cargo de mi. En realidad no estoy viendo la obra completa, la vida necesita compromiso, necesita que sientas todas las emociones para aprender de ellas, necesita que nos responsabilicemos de nosotros y nuestras decisiones y la inmediatez ha hecho que mucho de esto se haya perdido.

Muchos jóvenes han perdido el sentido de la vida, viven tan rápido todo, llegan tan rápido a muchas partes, que no se permiten disfrutar del proceso, esos procesos que llevan montón de sentimientos y montón de emociones que hay que vivirlos.

Con esto no quiero decir ahora. suéltalos y haber como le hacen, ¡no!,  pero sí quiero que pensemos un poco ¿qué le hemos dejado a nuestros hijos para luchar por ello, para tener una necesidad? para que ellos digan: voy a hacer lo posible por conseguirlo o ese es mi siguiente paso y mi plan para lograrlo es este, como cuando nosotros nos poníamos objetivos y metas por cumplir,  generalmente ya lo tienen hecho si quieres que tus hijos incluso tú, disfruten de la vida hay que dejar caminar con calma para luego correr cuando sea necesario yo siempre he dicho que los dichos de los abuelitos son sensacionales, solo hay que sentarse pensar un poco por dónde van y te ayudan a poner en orden ciertas ideas que a veces por la prisa de la vida no tenemos claras.

 

 

 

 

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