Lic. en Pedagogía Alicia Rábago

(Maestría en Ciencias de la Orientación Familiar, Master en Inteligencia Emocional y Educación, Master en Psicología Infantil y Coaching Educativo)

¿Quién no a dicho alguna vez en su vida “estoy aburrido”?,  y seguramente escuchamos muchas respuestas al respecto incluso hasta bromas con el termino,  a cuantos nos mandaron aburrirnos a otro lugar, a buscar que hacer e incluso nos pedían ni siquiera repetir el termino porque hasta les enojaba escuchar esa palabra aludiendo a que siempre hay cosas que hacer , el problema que existe actualmente es que hasta eso quieren resolver los padres, en cuanto escuchan a sus hijos decir que están aburridos muchos de ellos se preocupan por conseguirles que hacer, como entretenerlos para evitar que se aburran y la verdad sobre esto es que a ningún niño, es más a ninguna persona le viene mal “aburrirse” de vez en cuando, el permitirle a un niño que se aburra favorece su capacidad innata de ser creativo y actualmente con estas expectativas culturales en las que se tiene la creencia de que los niños tienen que estar en continua actividad lo único que podríamos lograr es obstaculizar en parte el desarrollo de su imaginación

Hoy más que nunca debemos incluso poner a nuestros hijos en situaciones en donde nos digan que están aburridos y darles la oportunidad de encontrar que hacer, si analizamos nuestro mundo no para, es un continuo devenir de estímulos, de estar conectados a algo, de tener las manos y  los ojos ocupados, queremos estar conectados continuamente a algo, porque cuando estamos más de cinco minutos sin hacer absolutamente nada en inmediato sentimos que algo nos falta.

Este mundo necesita que tengamos momentos de introspección, que aprendamos a escucharnos, que aprendamos a saber estar sin hacer nada y pensar, también a dejar que la mente tenga un descanso de toda esta estimulación que recibe constantemente, cuando dejamos a una persona que tenga espacios es los que pensar las respuestas llegan más rápido, por eso se dice “le voy a preguntar a mi almohada” porque justo cuando nos dormimos nos desconectamos o por lo menos eso deberíamos de intentar y muchas veces la solución o respuesta que buscábamos la encontramos más rápidamente.

Deja que tus hijos se aburran, ten paciencia no te desesperes, verás que pronto encuentran algo, pero si están acostumbrados a que les busques una actividad, o les proporciones un Gadget que los entretenga seguro este proceso de encontrar que hacer e utilizar su creatividad tardará un poco más, dale tiempo, dale espacio y quedarás sorprendido.

El aburrimiento no enseñará a buscar y encontrar cosas que ni siquiera sabíamos que teníamos.