Saber decir “NO” es una conducta asertiva y también puede ser reconocida como una habilidad social y creo que si de entrada todos supiéramos esto, sería para nosotros mucho más fácil aprenderlo, porque es necesario aclarar que enseñar a decir “no”, no es como enseñar hacer una cama, o colorear, o los números, es algo que requiere de un tras fondo más fuerte, porque decir “no” es hablar de límites, de límites propios y límites hacia los demás.

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¿Por qué cuesta tanto trabajo saber decir que NO?

-Partamos de que vivimos en una sociedad en donde la opinión, la imagen, la forma en que nos comunicamos es “muy importante” y realmente esto nos condiciona en muchas de nuestras conductas.

-Muchas personas piensan que al decir que NO, están implicando que no lo pueden todo o no lo tienen todo, querer cumplir con expectativas que creemos que tienen de nosotros y no querer fallar

-Para muchos el decir “no” lleva consigo la frase “Si me dices que no es que no me quieres”. (culpa)

Así que todo esto (la aprobación, aceptación, sentirse valorado sumado al sentimiento de culpa) pues tenemos la unión perfecta para que nos cueste decir “no”.

Es importante analizar nuestra historia personal, social y educativa para poder entender el porque nos puede costar tanto trabajo decir que no, que tanta relación tenemos con el rechazo, el sentirnos aceptados y el entender que significa ser asertivo “capacidad de autoafirmar los propios derechos, sin dejarse manipular y sin manipular a los demás”

¿Cómo aprenderlo?

Empieza por entender tu historia para lograr entender como lo vives, hay que no dice que “no”, pero disfruta hacerlo, sus deseos de servicio o disfrutar lo que hacen, quizá para ellos no es un problema no saber decir que no, pero si tú eres de los que siempre piensas que haces más que el otro, que abusan de ti, que te abruma con todo lo que te comprometes, tendrás que analizar el ¿por qué dije que sí? ¿qué te detiene?

Ahora es necesario entender que todos necesitamos sentirnos aceptados, queridos y que pertenecemos a algo por lo que somos no por lo que hacemos, empieza a trabajar contigo y con tus hijos sobre este tema, piensa quien es capaz de decidir sin manipular y ser manipulado por ninguna razón es una persona con mayor seguridad y por lo tanto suele tomar mejores decisiones y ser feliz.

No es un trabajo sencillo, porque seguramente mucha gente a tu alrededor le sorprenderá que siempre recibieran un no de tú parte y ahora lo empieces a decir, pero lo más importante es que tú te sientas tranquilo, sin culpas y haciendo conscientemente lo que necesitas y deseas hacer.

¡Gracias por compartir! Y te invito a escucharme todos los viernes de 9 a 10 de la mañana en el programa ACOMPAÑÁNDONOS por ADR Networks.