¿Celos por ese nuevo hermanito?

Por: Alicia Rábago

 

Este es un tema que algunos padres les preocupa mucho, “nuevo hermanito por llegar” o “nuevo hermanito en casa”

 ¿Cómo hacer que el mayor no se sienta desplazado? ¿Cuándo decirle? ¿Cómo dividir el tiempo de atención?, surgen un montón de dudas en ese momento, algunos padres les preocupa mucho como el niño lo tomará y lo que si puedo decir es que mucho dependerá de como nosotros lo transmitamos.

Que no olvidar tomar en cuenta

-El niño (que puede seguir siendo hasta un bebé) no tiene por qué cargar con la responsabilidad de ser un “mejor ser humano” para ser ejemplo de su hermano/a, es demasiada carga emocional para cualquier persona, ahora, para un niño más.

-El niño puede sentir celos por tener menor atención de la que tenía y por ello no se convierte en egoísta, ni malo, hay que hablar con él, que pueda expresar lo que siente y si es posible seguir dedicando tiempo especial para él, que no se sienta desplazado.

-El niño no es responsable de ayudar (el no es el cuidador), es diferente que lo enseñemos a colaborar y que él quiera ayudar, a que le digamos continuamente “me tienes que ayudar porque tú eres a un niño grande”.

-Y de esta anterior surge “no quitarle el derecho de seguir siendo niño”, no por que nazca un hermanito/a, él deja de seguir comportándose como la edad que tiene, el forzar una situación no hace que el proceso sea llevadero.

-Nadie nos enseña a ser hermanos y es importante hablar de ello, aprender a respetar, a escuchar, a ser empático y tolerante, a todos tus hijos no solo por ser el “mayor”, todos los hermanos deben aprender a quererse no por ser hermanos, si no porque son buenas personas. El amor se gana, se trabaja y se construye, no viene por el solo hecho de ser hermanos, esto ayuda para su relación futura.

-Ser paciente como adultos, seguramente ese hermanito mayor quiere a su hermano/a pero no puede evitar pensar que a lo mejor sea desplazado (los niños son básicos y a veces no les explicamos la situación dando por hecho que comprenden.

Te comparto una anécdota: Cuando yo estaba embarazada de mi segundo bebé, yo daba clases a niños de 3 y 4 años y uno de ellos un día se me quedo viendo y me dijo: ¿ya va a nacer tu bebé? Y le dije “Si”, y me preguntó ¿y qué vas hacer con tú hija más grande?, le conteste “nada, seguirla cuidando, queriendo y jugando con ella, ¿por?, es que pensé que la ibas a regalar- me dijo, no se por que pensaría eso pero le aclare que no que así no pasaba que mi hija iba a tener un hermanito/a y que iban a ser compañeros de vida, esperando que fueran buenos amigos para siempre.

Me extraño su pregunta pero era válida, no podemos descartar lo que un niño piensa y es mejor que se anime a contarlo y nos dé la oportunidad de aclararlo, no juzgar lo que siente es la mejor forma de ayudar.

-Platicar con él sobre algunas dinámicas que cambiaran pero que esto no tiene nada que ver con “quererlo menos”, de esta manera el se sentirá parte de la familia, los estás involucrando en los cambios y decirle todo el trabajo que implica un bebé, pero que lo haces con todo el amor tal como lo hiciste con él, pedirle paciencia y que sienta la confianza de preguntar si tiene alguna duda sobre algo.

-Platicar con él de cuando el estaba bebé y enseñarle fotos puede que lo ubiquen en una realidad de como será ese hermanito/a cuando llegue, porque solemos decirles “vas a tener con quien jugar” pero ellos no piensan que tienen que esperar para que eso pase, ellos entienden que al nacer ya podrá ese bebé jugar con ellos.

-Importante no justificar malas conductas, una cosa es comprender y otra cosa justificar, somos nosotros los responsables de hacer comprender la nueva rutina a nuestro hijo, hacerle entender que él es muy importante pero que todos en la familia tenemos un lugar especial y tenemos que respetarnos.

Es un cambio en la familia y requerimos de mucha paciencia y sentido común, pero sin duda de nosotros como padres dependerá como nuestro hijo acepte este nuevo cambio, es mejor tratar de entender sus necesidades, a preocuparnos por lo que nosotros como adultos creemos que es lo que va a suceder, como siempre digo, “los niños siempre nos sorprenden” somos nosotros los que los subestimamos.

 

 

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